El Evangelio de hoy, correspondiente al segundo domingo del tiempo ordinario, nos presenta la historia de Samuel, quien escucha la llamada de Dios en el templo. A través de tres llamadas, Samuel finalmente comprende que es el Señor quien lo está llamando. En la segunda lectura, el apóstol Pablo nos recuerda que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y debemos glorificar a Dios con ellos. En el Evangelio, Juan el Bautista señala a Jesús como el Cordero de Dios, y dos discípulos deciden seguirlo. Andrés, uno de ellos, lleva a su hermano Simón a Jesús, quien le da el nombre de Pedro.