Varias decisiones judiciales clave han detenido o retrasado algunos de los intentos de Trump de desmantelar gran parte de la administración pública estadounidense, ofensiva que cuenta con la ayuda de su mayor donante de campaña y el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y de su vicepresidente, J.D. Vance, quien ha afirmado falsamente que el acatamiento de las órdenes judiciales es opcional.