En el estado mexicano de Michoacán comenzó, a finales de 2006, la llamada guerra contra las drogas del entonces presidente Felipe Calderón. Actualmente, el Gobierno estatal reporta una disminución en el número de homicidios, al punto que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla asegura que el estado ‘’está en su mejor versión’’. Sin embargo, voces como la del sacerdote inhabilitado Gregorio López, conocido como el Padre Goyo, ponen en duda esas afirmaciones y denuncian que el crimen organizado sigue operando con total impunidad en Michoacán.Para conocer sobre cómo CNN protege la privacidad de su audiencia, visite CNN.com/privacidad