Los cambios a veces son difíciles de aceptar, especialmente cuando significa dejar ir algo o alguien, o cuando significa recibir a una persona nueva en tu vida. La maternidad es justamente eso, dejas ir a una antigua versión de ti, y recibes, no solo a un nuevo integrante de la familia, sino a una versión de ti que desconocías. En este episodio navegamos la importancia de abrazar esa nueva versión de ti sin ataduras y con nuevas oportunidades en el camino. En esa misma línea, hablo sobre lo importante que es aprender a poner límites (tanto con otras personas como con nosotras mismas), para así poder dejar de lado la productividad tóxica y darnos esa dosis de amor propio diaria que todas necesitamos, independientemente seamos madres o no. Estas enseñanzas han sido una vía para conectar con mi energía femenina, y por ende, con esa versión mejorada de mí misma, que tanto aprecio y valoro hoy.